Fue un taller que me gustó por el contenido como por la forma de mostrarlo, la cantidad de personas participantes en grupos por mesa, a mi juicio, ayudó a ir viviendo la aplicabilidad del juego, y creo que cinco personas por mesa es fantástico.
Considero que lo poderoso de las preguntas es que no son escogidas por un otro, que podría ser el coach, sino por la mismo persona en la dinámica de jugar, lo que puede permitir una apertura mayor, pues no existiría ninguna intencionalidad para conducir/inducir a un lugar determinado o respuesta.